Casa Lucio da para varias entradas, le reservé por sorpresa la cena a mi cari wenorro porque le hacía ilusión y la atención fue perfecta desde el primer momento, la comida casera y deliciosa, el servicio inmejorable y el ambiente muy hogareño. El peque se hizo amigo de todo el restaurante, no paraba de saludar a todas las mesas (muy común en él) y charlar una y otra vez jajaja Se lo pasó bien y más de una mesa no dejaba de saludarlo y decirle cosas y cuando se marchaban se depedían efusivamente de él (hizo amistades el bebé león desde su trona, con sus huevos estrellados decorados con gusanitos jajaja) Pedimos los huevos estrellados, un surtido de croquetas, una ensalada campesina o campera (mi memoria y yo) y un par de platos para compartir, todo delicioso!! Casa Lucio tiene la merecida fama que tiene gracias al fundador; Lucio era un niño cuando empezó a trabajar en la hostelería y lo hacía tan bien se ganó el afecto y la simpatía de todos, jefes y clientes. Él trataba a los