Para disfrutar de unas deliciosas albóndigas de pollo en salsa de tomate y cebolla, puedes optar por prepararlas desde cero o usar albóndigas ya hechas que se venden en muchos supermercados.
Te explico cómo hacerlo de ambas maneras:
1) Preparar las albóndigas desde cero
Comienza picando finamente una cebolla y un par de dientes de ajo. En una sartén amplia, calienta un chorrito de aceite de oliva a fuego medio y sofríe la cebolla hasta que esté transparente y ligeramente dorada, unos 5-7 minutos. Añade el ajo picado y cocina un minuto más hasta que suelte su aroma.
Mientras tanto, prepara las albóndigas. En un bol grande, mezcla 500g de pechuga de pollo picada con un huevo batido, 1/2 taza de pan rallado, sal, pimienta y un puñado de perejil picado. Amasa bien con las manos hasta obtener una mezcla homogénea. Forma albóndigas del tamaño de una nuez.
2) Usar albóndigas compradas
Si prefieres ahorrar tiempo, puedes comprar albóndigas de pollo ya hechas en el supermercado. Estas albóndigas suelen estar listas para cocinar y solo necesitan dorarse ligeramente antes de añadirlas a la salsa.
Preparar la salsa y cocinar las albóndigas con mucho amor
Vuelve a la sartén con la cebolla y el ajo, y añade una lata de tomate triturado de buena calidad. Incorpora una hoja de laurel, una pizca de tomillo seco y un chorrito de vino blanco. Deja que la salsa se cocine a fuego lento unos 10 minutos, removiendo ocasionalmente.
Si quieres añadir un sabor umami delicioso y te gustan las setas, puedes sofreír algunos champiñones picados con la cebolla y el ajo para añadir profundidad y textura a la salsa.
En otra sartén, dora las albóndigas (ya sean caseras o compradas) por todos lados en un poco de aceite caliente. No es necesario cocinarlas completamente, solo sellarlas. Una vez doradas, añádelas con cuidado a la salsa de tomate. Cocina todo junto a fuego lento durante unos 15-20 minutos, hasta que las albóndigas estén hechas y la salsa haya espesado.
Prueba y ajusta el punto de sal si es necesario. Sirve las albóndigas calientes, espolvoreadas con perejil fresco picado, acompañadas de arroz blanco o patatas horneadas para aprovechar toda esta deliciosa salsa.
¡Buen provecho!
Comentarios
Publicar un comentario