Si no encuentras sales de calidad siempre tienes la opción de hacer sal en tu casa con agua de mar, es un proceso sencillo pero que requiere paciencia y buen tiempo. Aquí te explico los pasos básicos:
- Lo primero que necesitas es recoger agua salada de una zona limpia y sin contaminación. Puedes usar botellas, garrafas o bidones para transportarla. La cantidad de agua dependerá de la sal que quieras obtener. Como referencia, un litro de agua de mar suele contener unos 35 gramos de sal . * también está la opción de comprar el agua de mar en herbolarios o tiendas de productos naturales, también se encuentra en algunas grandes superficies.
- A continuación, debes filtrar o dejar reposar el agua para eliminar las impurezas, la arena, las algas y otros residuos que pueda tener. Puedes usar un colador, un paño, un filtro de café o cualquier otro material poroso que deje pasar el agua pero no las partículas sólidas .
- Después, debes extraer la sal del agua mediante la evaporación. Para ello, necesitas unos recipientes de cristal amplios (bandeja de horno o similar) y poco profundos donde verter el agua filtrada. Los recipientes deben estar expuestos al sol y al aire, preferiblemente en una zona elevada y protegida de animales y polvo; puedes cubrirlo con una tela fina o una malla que deje pasar el aire pero no los insectos. El tiempo que tardará el agua en evaporarse dependerá de la temperatura, la humedad y la salinidad. Puedes ir revisando cada día cómo el agua se reduce y aparecen unos cristales blancos en el fondo y en los bordes de los recipientes .
- Finalmente, debes secar y almacenar la sal que has obtenido. Para ello, debes retirar los cristales de sal de los recipientes y extenderlos sobre una superficie plana y limpia. Deja que se sequen al sol durante unas horas o hasta que estén completamente secos. Luego, guarda la sal en un recipiente hermético y oscuro para que no se humedezca ni se altere su sabor .
Si quieres, puedes añadir especias, hierbas o aromas a tu sal casera para darle un toque personal y diferente. Algunas opciones son el romero, el tomillo, el orégano, el ajo, el limón, el chile, el curry, el jengibre, la vainilla, la canela, el clavo o el anís .
Espero que te haya gustado esta receta y que te animes a probarla. Recuerda que la sal es un condimento muy importante para la salud y el sabor de los alimentos.
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