El día tiene 24 horas, para mi, para mi vecina y para todo el mundo.
Cambiemos el no tengo tiempo por no es mi prioridad:
* Por ejemplo, no tengo tiempo para comer sano y hacer ejercicio: No es mi prioridad cuidar mi salud. ¿A que suena fuerte? ¿Has sentido el click?
* No tengo tiempo para charlar con mi pareja: No es mi prioridad hablar con mi pareja.
* No tengo tiempo para disfrutar de un café tranquila: No es mi prioridad dedicarme tiempo.
¿Cuánto tiempo gastamos mirando el móvil o hablando de chorradas o haciendo cosas que realmente no mejoran nuestra vida en ningún sentido?
Este ejercicio es poderosísimo para darnos cuenta dónde va nuestro tiempo y reflexionar sinceramente al respecto sin excusas. Los seres humanos somos sacos de excusas, interminables excusas que salpicamos aquí y allá para no tomar responsabilidad ¿qué tal si empezamos a dejar de culpar a Rajoy y asumimos la responsabilidad de nuestra vida?
foto
foto