Kariba Eken, un místico del siglo XVII dijo: “si se desea desarrollar un espíritu en calma, regúlese ante todo la respiración; pues una vez esta se halle controlada, el corazón estará en paz… antes de intentar nada, regúlese la respiración, con lo que los nervios se verán suavizados y el espíritu hallará sosiego”
La respiración es importantísima para nuestra salud, para regular el estrés y recuperar la ansiada calma.
Pero ¿Cómo podemos respirar correctamente?
Mejor respirar por la nariz
Primer consejo: la respiración empieza por la nariz, nunca por la boca. ¿Y eso por qué? Sencillamente porque la nariz es la encargada de limpiar y filtrar el aire, de humedecerlo, de acondicionarlo para que penetre en buenas condiciones por nuestras vías respiratorias.
Ejercicios para mejorar la repiración
De pie o sentado, con la columna recta, derecha, y respirando siempre por las fosas nasales, inhalamos primero a través de la nariz llenando la parte inferior de los pulmones, consiguiendo así la indispensable colaboración del diafragma. Cuando desciende, notaremos como se va hinchando poco a poco el abdomen, elevándose a su vez las costillas, el esternón y el pecho, para finalizar con esa ligera hinchazón de la parte alta de los pulmones y la parte superior del pecho, como si nos tirasen del cuello.
Una vez finalizada la inhalación vamos a intentar retener el aire… unos tres segundos.
Ahora exhalamos muy despacio metiendo poco a poco el abdomen, expulsando todo el aire para aflojar al final pecho y abdomen.
Si vamos repitiendo estas sencillas instrucciones día tras día, notaremos como al final, esta forma de respiración ocurrirá de forma casi automática sin que lo notemos. Podemos intentar por ejemplo practicarla ante un espejo, colocando una mano sobre el abdomen y otra sobre el tórax, de manera que podamos ver y sentir los movimientos, comprendiendo así el mecanismo de la respiración hasta darnos cuenta de que es realmente sencillo.