Les he pedido a mis amigos a través de Facebook que compartieran conmigo y con todos los lectores/as del blog que son muchos ¡gracias, gracias, gracias! y la primera en compartir sus hábitos es mi preciosa amiga Liisa (puedes leer sus hábitos aquí) y hoy le toca a mi precioso amigo y profesor de pintura Manuel Bernal, al que entrevisté para Tigum Magazine (puedes disfrutar de la entrevista pinchando aquí, está llena de inspiración y unas recomendaciones de 10)
Mis hábitos saludables, por Manuel Bernal
Desde que me
comentaste que escribiese un hábito saludable, estoy hecho un lío... pues llevo
años jugando a probar diferentes hábitos y a quedarme en mi rutina diaria
aquellos que mejor me sientan... Juego a probarlos como si prendas fuesen en
las rebajas, y confortablemente añado a mi vida los que mejores resultados me
dan.
Empecé a cuidarme
dejando de fumar, haciendo deporte regularmente, cuidando mi alimentación, mis
emociones, el no estrés, etc, etc... y ahora mismo soy un compendio de buenos
hábitos que me hacen sentir fuerte, sano y feliz.
De entre todos, si
tengo que escoger, escojo 3:
1º No cenar hidratos
de carbono. Lo empecé a hacer para perder peso y lo continúo haciendo por
salud, porque la digestión me pilla durmiendo y no combustiono esa energía. En
el minuto y medio que me tomo para decidir qué cenar, me repito como una
canción infantil: “ni pan, ni pasta, ni arroz, ni patatas”, y me ayuda a
recordarlo y a llevarlo a cabo.
2º Limpiarme la lengua
cada mañana al levantarme (antes de desayunar, ni ingerir nada) con un
limpia-lenguas (sirve una cucharilla). Barres un montón de toxinas que expulsas
a través de la lengua durante la noche. Este hábito lo he añadido hace un par
de semanas, y por el momento noto una sensación de limpieza enorme, además de
gran sorpresa... os invito a hacerlo.
3º Comer un ajo en
ayunas. Éste es el hábito que más me ha costado introducir, y os imaginaréis
por qué. Es muy fuerte, comienzo masticando el ajo crudo en la boca, notando
una explosión de fuerza y energía, y noto cómo baja todo ese poder por la
garganta y llega al estómago. Es increíble la infinidad de beneficios que
tiene, desde neutralizar los ácidos estomacales (que producen la sensación de
estrés), mejoran la respiración, ayudan con el asma, la circulación, mantiene
fuerte el sistema inmune, etc, pero sobe todo es un eficiente limpiador
hepático (limpia el hígado).
Lo único a tener en
consideración es que después hueles un poco a ajo, no lo tomo cuando tengo una reunión o voy al dentista.
He probado mil cosas,
a hacer enjuagues en ayunas con aceite de sésamo, hacer 1.000 abdominales
diarias, hacer el pino, calentar la voz antes de hablar, beber en ayunar zumo
de limón con agua tibia, no dejar para mañana lo que puedo hacer hoy...
Como decía Mahatma
Gandhi: “Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras. Cuida tus palabras
porque se volverán actos. Cuida tus actos porque se volverán hábitos. Cuida tus
hábitos porque forjarán tu carácter. Cuida tu carácter porque formará tu
destino. Y tu destino será tu vida...”
P.D: Gracias Manuel, eres un artista multidisciplinar y además eres muy divertido, esa combinación me encanta.