“Si yo pudiera darte una cosa en la vida, me gustaría darte la capacidad de verte a ti mismo a través de mis ojos. Sólo entonces te darás cuenta de lo especial que eres para mí.”
— Frida Kahlo.
Las relaciones se han convertido en bienes de consumo, hemos perdido la capacidad de cocinarlas a fuego lento, la capacidad para vivir las relaciones sin filtros, de una manera profunda, honesta y sin fecha de caducidad.
Hablaba con una amiga sobre las diferentes opciones que hay, monogamia, bigamia, poliamor, relaciones abiertas, relaciones sin compromiso, follamigos (esta palabra me espanta y no soy una mojigata, en fin...).
Hay un tiempo tope para pasar de relación en relación, como si la pareja fuera una lavadora y tuviera obsolescencia programada.
Todo esto no es mas que:
-Miedo a amar.
-Una guerra interna, una crisis de valores.
-Miedo a mostrarnos vulnerables.
-Alergia al compromiso.
-Alergia al sacrificio y no, no me refiero a ser un mártir, pero todos sabemos que todas las cosas requieren un sacrificio (tener macetas, mascotas, un trabajo, un hijo...)
No todo ha sido idílico en mi relación ni de lejos, hemos superado retos, dificultades, una enfermedad crónica que nos zarandea de tanto en tanto, noches en vela, interminables horas en hospitales y salas de urgencias, afrontar los retos con una adolescente y un cuatroañero que se cree otro adolescente y se comporta a veces como tal, en fin... ¿qué os voy a contar? Todos tenemos nuestros retos diarios y dentro de esos retos está el crecimiento interior, la resilencia y el compromiso.
Amo profundamente a mi familia pero en los momentos límite de estrés los habría tirado por la ventana, pero habría corrido escaleras abajo para cogerlos al vuelo ¿me explico?
No hay familias ideales, ni viajes sin contratiempo, no hay vida sin dolor y la buena noticia, es que tampoco hay vida sin alegría, los momentos dulces se suceden con los amargos; esa combinación de contrastes nos enseña el valor de lo efímero porque todo, todo, todo, todo pasa, incluidos nosotros.
Hay 3 cosas que no soporto de muchas formaciones que he realizado:
- La dualidad no existe. Claro, claro colega, cuando te estén agrediendo gran gurú/gurusa voy a pasar de largo, porque no hay dualidad, el mal no existe y la agresión que estoy presenciando es fruto de mis creencias. Vamos, que te van a llover hostias porque no pienso mover un dedo... Los que afirman que la dualidad no existe, ni el mal, luego los oyes quejarse de que se han roto una uña o que el gurú fulanito les ha plagiado una idea. Pero, vamos a ver almas de cántaro, no era que la dualidad no existe, o es que no existe para el resto del mundo. Hay demasiado gurú con jeta y muchas personas deseando encontrar algo de sentido en sus vidas.
-Nada que valga la pena requiere sacrificio, las cosas fluyen, no hay sacrificio, no te esfuerces. Permitidme que me parta, los que afirman esto no han plantado un árbol en su vida ni han tenido un huerto. Planta un huerto y deja que fluya, lo que va a fluir son las malas hierbas si no lo cuidas. Todo en esta vida requiere un compromiso, llámalo sacrificio, llámalo esfuerzo o llámalo constancia. Tener un hijo requiere un compromiso profundo, tener un huerto requiere un compromiso profundo, tener una relación requiere un compromiso profundo...
-Lo visualizas y lo creas. Pues menos mal que no es así porque imagina el caos de mundo que sería si cada cosa que visualizamos lo creamos. Cuando me cruzo con alguien antipático lo visualizo con orejas de conejo, es una forma de relativizar la mala follá de alguna gente, me caen mejor después de visualizarlos como conejitos felices.
En una relación hay malentendidos, a veces no actuamos bien, la dualidad está presente, el compromiso es necesario y no, los peques no duermen la noche entera del tirón con solo visualizarlo.
¿Cómo se cocina una relación a fuego lento?
-La relación se cocina a fuego lento apostando por el otro, apostando en un proyecto común sin tener un as en la magna, una apuesta 100%, sin filtros, sin escudos, con el alma desnuda.
-La relación necesita valores, los valores con como las patas de una mesa, deben ser firmes, fuertes y hay que repararlos cuando hay una grieta, para que se mantengan.
-La relación necesita mimo, ternura, dulzura y cuidados; no, una relación no es solo sexo,hoy en día hay hartazgo de sexo, se sexualiza todo, es como una esclavitud, la esclavitud de ser sexual olvidando lo demás. Puedes follar a todas horas si quieres, si te olvidas de lo demás en un par de años habréis quemado la relación sexual porque es eso lo que tenéis. Si quieres algo más tiene que haber algo más, conversaciones, cuidados, abrazos, proyectos, valores, risas, conflictos... Hacer el amor es infinitamente mejor que follar, créeme.
Cualquiera puede follar, solo los valientes se atreven a hacer el amor.
Lo insignificante es tan importante como todo lo demás .Walt Whitman
— Frida Kahlo.
Las relaciones se han convertido en bienes de consumo, hemos perdido la capacidad de cocinarlas a fuego lento, la capacidad para vivir las relaciones sin filtros, de una manera profunda, honesta y sin fecha de caducidad.
Hablaba con una amiga sobre las diferentes opciones que hay, monogamia, bigamia, poliamor, relaciones abiertas, relaciones sin compromiso, follamigos (esta palabra me espanta y no soy una mojigata, en fin...).
Hay un tiempo tope para pasar de relación en relación, como si la pareja fuera una lavadora y tuviera obsolescencia programada.
Todo esto no es mas que:
-Miedo a amar.
-Una guerra interna, una crisis de valores.
-Miedo a mostrarnos vulnerables.
-Alergia al compromiso.
-Alergia al sacrificio y no, no me refiero a ser un mártir, pero todos sabemos que todas las cosas requieren un sacrificio (tener macetas, mascotas, un trabajo, un hijo...)
No todo ha sido idílico en mi relación ni de lejos, hemos superado retos, dificultades, una enfermedad crónica que nos zarandea de tanto en tanto, noches en vela, interminables horas en hospitales y salas de urgencias, afrontar los retos con una adolescente y un cuatroañero que se cree otro adolescente y se comporta a veces como tal, en fin... ¿qué os voy a contar? Todos tenemos nuestros retos diarios y dentro de esos retos está el crecimiento interior, la resilencia y el compromiso.
Amo profundamente a mi familia pero en los momentos límite de estrés los habría tirado por la ventana, pero habría corrido escaleras abajo para cogerlos al vuelo ¿me explico?
No hay familias ideales, ni viajes sin contratiempo, no hay vida sin dolor y la buena noticia, es que tampoco hay vida sin alegría, los momentos dulces se suceden con los amargos; esa combinación de contrastes nos enseña el valor de lo efímero porque todo, todo, todo, todo pasa, incluidos nosotros.
Hay 3 cosas que no soporto de muchas formaciones que he realizado:
- La dualidad no existe. Claro, claro colega, cuando te estén agrediendo gran gurú/gurusa voy a pasar de largo, porque no hay dualidad, el mal no existe y la agresión que estoy presenciando es fruto de mis creencias. Vamos, que te van a llover hostias porque no pienso mover un dedo... Los que afirman que la dualidad no existe, ni el mal, luego los oyes quejarse de que se han roto una uña o que el gurú fulanito les ha plagiado una idea. Pero, vamos a ver almas de cántaro, no era que la dualidad no existe, o es que no existe para el resto del mundo. Hay demasiado gurú con jeta y muchas personas deseando encontrar algo de sentido en sus vidas.
-Nada que valga la pena requiere sacrificio, las cosas fluyen, no hay sacrificio, no te esfuerces. Permitidme que me parta, los que afirman esto no han plantado un árbol en su vida ni han tenido un huerto. Planta un huerto y deja que fluya, lo que va a fluir son las malas hierbas si no lo cuidas. Todo en esta vida requiere un compromiso, llámalo sacrificio, llámalo esfuerzo o llámalo constancia. Tener un hijo requiere un compromiso profundo, tener un huerto requiere un compromiso profundo, tener una relación requiere un compromiso profundo...
-Lo visualizas y lo creas. Pues menos mal que no es así porque imagina el caos de mundo que sería si cada cosa que visualizamos lo creamos. Cuando me cruzo con alguien antipático lo visualizo con orejas de conejo, es una forma de relativizar la mala follá de alguna gente, me caen mejor después de visualizarlos como conejitos felices.
En una relación hay malentendidos, a veces no actuamos bien, la dualidad está presente, el compromiso es necesario y no, los peques no duermen la noche entera del tirón con solo visualizarlo.
¿Cómo se cocina una relación a fuego lento?
-La relación se cocina a fuego lento apostando por el otro, apostando en un proyecto común sin tener un as en la magna, una apuesta 100%, sin filtros, sin escudos, con el alma desnuda.
-La relación necesita valores, los valores con como las patas de una mesa, deben ser firmes, fuertes y hay que repararlos cuando hay una grieta, para que se mantengan.
-La relación necesita mimo, ternura, dulzura y cuidados; no, una relación no es solo sexo,hoy en día hay hartazgo de sexo, se sexualiza todo, es como una esclavitud, la esclavitud de ser sexual olvidando lo demás. Puedes follar a todas horas si quieres, si te olvidas de lo demás en un par de años habréis quemado la relación sexual porque es eso lo que tenéis. Si quieres algo más tiene que haber algo más, conversaciones, cuidados, abrazos, proyectos, valores, risas, conflictos... Hacer el amor es infinitamente mejor que follar, créeme.
Cualquiera puede follar, solo los valientes se atreven a hacer el amor.
Lo insignificante es tan importante como todo lo demás .Walt Whitman