El dukkah es una deliciosa mezcla de semillas, frutos secos, semillas, especias y hierbas, típica de la cocina egipcia, tan rica y variada. Tiene un aroma maravilloso y es una delicia para el paladar, me encanta su textura crujiente y su riqueza nutritiva. Es una bomba de nutrientes para esos días en lo que una anda super agobiada y necesitas un extra de energía.
Ingredientes
- -1 taza de almendras sin piel (si no te gustan las almendras puedes usar nueces, pistachos, avellanas o cualquier otro fruto seco)
- -3 cucharadas de semillas de sésamo
- -Media cucharada de comino
- -1 cucharada de semillas de coriandro
- -Media cucharadita de pimienta negra recién molida
- -1 cucharadita de sal marina (no refinada)
- -2 cucharadas de hojas de menta fresca, las picamos muy finas
Preparación
- Tostamos las almendras en una sartén o en el horno precalentado previamente a 170 ºC unos pocos minutos, hasta dorarlas. Las dejamos enfriar y mientras tanto tostamos a fuego lento las semillas de comino y de coriandro hasta que desprendan su característico olor (si nunca lo has hecho te darás cuenta al disfrutar de un nuevo aroma, a los 2 minutos estarán listas) . Las retiramos de la sartén y las dejamos enfiar en un cuenco de porcelana o cristal . En la misma sartén ponemos a tostar a fuego lento las semillas de sésamo hasta que se doren y desprendan su delicioso aroma (suele tardar un par de minutos).
- Una vez tengamos todos los ingredientes fríos (este paso es fundamental, tienen que estar completamente fríos), machacamos las especias en un mortero y agregamos el sésamo, las almendras la pimienta y la sal ; molemos hasta obtener una especie de harina gruesa y agregamos la menta y la incorporamos al dukkah suavemente.
Normalmente se consume sirviéndolo en un cuenco acompañado de aceite de oliva virgen extra y pan de pita. Mojamos el pan en aceite y luego en el dukkah.
También resulta un aderezo delicioso para ensaladas, verduras tanto crudas como asadas, con hummus, en tostadas y con otras recetas saladas. Combina, juega, experimenta y sobre todo disfruta, la cocina es un laboratorio maravilloso para los sentidos.
* Para conservar el dukkah puedes hacerlo en un recipiente de cristal hermético (o de porcelana) y puedes guardarlo en un lugar seco y fresco (o en la nevera si es verano).
¿Lo has probado alguna vez? ¿Conoces algún plato delicioso de la cocina egipcia que quieras compartir con todos? Te espero en comentarios y si te ha gustado la receta compártela con tus amigos.
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