Tienes un sueño y de repente todo el mundo sabe mejor que
tú lo que tienes o no tienes que hacer ¡ALELUYA HERMANO-A!
Todos saben lo que te conviene, incluso saben lo que te
hará feliz, pero los observas y te das cuenta que:
-Están en un trabajo que no les apasiona.
-Algunos estudiaron la carrera para complacer a papá o
porque creían que se iban a forrar.
-Las quejas son constantes, sobre la política, la sanidad,
las ranas con pelo y los melocotones en cuaresma…
Recapitulamos, tienes un sueño, todos te dicen que estás
como un cencerro y tienes dos salidas de emergencia:
-Salir por la puerta de los “qué hubiera sido si…”.
-Salir por la puerta “De perdidos al río ¡voy a por
todas!.
La segunda opción siempre te dejará con buen sabor de
boca, hasta si el experimento es desastroso, habrás aprendido, habrás
arriesgado y habrás vivido.
No digo que te lances a una piscina sin agua, salvo que
quieras hacerlo para colgarlo en Youtube, digo que lo intentes, calibra el riesgo
preguntándote “¿qué es lo peor que puede pasar?” y si lo peor no es tan malo…¡Adelante!
Mira, las oportunidades no son eternas y nosotros tampoco
¡sigue tu corazón y al resto hermano-a que le den FANTA!
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