Artículo escrito por mu amiga Yoanella Blanco, madre, amiga, emprendedora, soñadora y escritora entre otras muchas cosas, principal promotora de YB Solutions. Os recomiendo visitarla en su web y página de Facebook. ¡Muchas gracias Yoanella por colaborar en la sección del martes "Mariposas Viajan" ! Sus consejos valen oro :)
Viajar a destinos de larga distancia con niños
En España no tenemos como costumbre viajar a destinos
lejanos o exóticos con niños pequeños.
La mayoría de la gente simplemente no se lo plantea porque considera que
no será cómodo, que el viaje “no se aprovecha” y que el tiempo no cunde. Y
ciertamente viajar con niños pequeños, al igual que viajar con personas
mayores, requiere una mayor planificación y no entran ciertas actividades en
los esquemas típicos que podamos tener en mente.
Sin embargo, en el caso de las familias viajeras, que haya
niños pequeños, no debe ser una razón para dejar de viajar durante unos años,
sino que debemos aprender unos cuantos trucos para viajar de otra manera, sin
que por ello tengamos que disfrutar menos de la experiencia.
Una buena ocasión para aprovechar y conocer sitios a los que
normalmente no tenemos tiempo de ir podría ser la baja por maternidad. A muchos
les parecerá una locura, pero en realidad los bebés tan pequeños son bastante
llevaderos, ya que duermen la mayor parte del tiempo. Nosotros, con nuestra
hija mayor aprovechamos. Estuvimos durante tres semanas en EEUU donde cumplió
sus tres meses de vida.
A la hora de viajar en avión, muchas compañías ofrecen cunas
en sus trayectos largos sin coste alguno. Eso sí, el número es limitado, así
que hay que acordarse de pedirlo en el momento de hacer la reserva. Es
comodísimo viajar así ya que el bebé suele dormir durante la mayor parte del
vuelo. Otra de las enormes ventajas de viajar con bebés en avión es que hasta
los 24 meses al no utilizar asiento solo pagan tasas y el 10% de la tarifa. Muchas
aerolíneas ofrecen comida para bebés y menús especiales para niños, también hay
que acordarse de solicitar estos menús con antelación. Un servicio que empiezan
a ofrecer compañías como Emirates es
poder llevar al bebé a bordo dentro de su sillita de seguridad homologada.
Aunque es verdad que estas sillas no están pensadas para dormir, sería el
equivalente a realizar un viaje en coche con bebés y eso lo vemos con normalidad. En los hoteles
los bebés no pagan y se ponen a disposición cunas también de manera gratuita.
Además en una gran cantidad de hoteles alrededor del mundo encontramos
alojamiento específico enfocado para familias.
A la hora de visitar restaurantes, también al otro lado del
charco, encontraremos una mayor oferta para familias y mayor adaptación para
las necesidades de los peques, así como menús, ofertas o gratuidad para los más
pequeños.
Pero en el sentido
práctico, ¿cómo lo hacemos para viajar con niños? ¿Cómo hacemos con sus ritmos
y horarios? ¿Y para entretenerles? ¿Nos quedamos sin nada de oferta de ocio
para adultos?
Si se trata de un bebé, en realidad es lo más fácil del
mundo, sus necesidades son muy básicas y sus horarios no están marcados. En la actualidad la mayoría de padres decide
dar lactancia a demanda, así que ya sea pecho o un biberón, en cualquier parte
es fácil de alimentarle. Si estamos de paseo en movimiento, la mayoría de bebés
o dormirá o estará tranquilo. Si el bebé tiene alguna crisis, simplemente
paramos y le atendemos, es así de fácil. Hay quien pensará que si les gusta
hacer muchas actividades con un bebé muy pequeño no se puede y el caso es que
sí. Nuestro hijo pequeño estuvo con menos de un mes en Disney California, y con
muy poquitos meses en Sea World, en Pirates e incluso diversos espectáculos
nocturnos. Cuando tenía 4 meses
estuvimos de vacaciones en Las Vegas, que sería el destino en un principio más
anti-niños, pero fue en realidad muy divertido y bastante fácil.
Cuando los niños están en la franja de los 2 a los 4 años,
tal vez sea la etapa más difícil para entretenerles, sobre todo en los
trayectos de viaje si son muchas horas, en colas de espera de cualquier
atracción y en la edad que todo lo que sea romper rutinas se sufre más. En este
caso y en general para viajar con niños mis trucos son:
-En la medida de lo posible viajar a horas que rompa menos
el ritmo de los niños, osea salir de España sobre el mediodía y llegar a
destino para dormir. A esta edad es genial porque si han aguantado el viaje
llegan cansados, duermen y cogen el cambio de hora mejor que los adultos.
-Antes del viaje y durante el viaje: venderles el viaje como
una aventura. De nuestra actitud hacia
los viajes, los aviones y todo lo que les rodea, los niños se crearán una
visión bastante clara de lo que representa. Tengo amigos adultos con pánico a
volar porque sus padres también lo tienen. Es bastante raro que los padres
demuestren gran entusiasmo y los niños, no. Ojo, esto también se aplica a cómo
nos comportamos ante imprevistos tipo un gran retraso (que a nadie le gusta
pero de vez en cuando puede tocar), un cambio de hotel o similar. Yo suelo
comprar cosas nuevas de entretenimiento específico para el viaje, según la edad
pueden ser cuadernos para dibujar, libros…etc. Tampoco está demás llevar
algunas cositas ligeras para picar que les gusten a los niños. Vestirlos con
ropa cómoda y llevar un par de mudas, por si acaso, incluso aunque sean niños
más mayores. Que nadie está libre de mojarse de zumo o de agua y una tontería
puede arruinar el viaje. Y finalmente mucha, mucha paciencia. Si al llegar
tenemos una larga cola para pasar control de pasaportes/aduanas y nos ponemos a
quejarnos, eso no va a hacer que los niños estén mejor, sino todo lo contrario,
así que a mantener el tipo.
-Si las vacaciones que hemos elegido son de mucha actividad,
tipo parques de atracciones, visitas a museos, patear ciudades grandes; en
lugar de hacer todo el día del tirón, haced una parada después de comer o sobre
las 4/5 y volver al hotel. Si los niños duermen siesta, genial, es el mejor
momento. Como mi hija mayor dejó la siesta muy pronto, yo siempre busco hoteles
con piscina. Llevarla a darse un baño y relajarse la hacía como resetearse y cargar pilas para seguir de
nuevo con el ritmo del día.
-Utilizad una silla de paseo. Aunque el niño ya sea
mayorcito y camine. Incluso si en casa de manera habitual nunca va ya en
cochecito, llevad una silla ligera de paseo.
Cuando esté cansado, lo agradeceréis y es una buena herramienta para
poder ‘patear’ una ciudad sin que el niño se canse. Las sillas ligeras hoy en día son bastante
resistentes, podéis llevarla para niños de hasta 8 años. Puede que el niño diga
que es muy mayor pero cuando esté cansado la usará y si son dos niños de edades
similares se pueden ir turnando. En grandes parques de atracciones o ciudades
grandes, totalmente imprescindible.
Puede que haya destinos para los que sea totalmente innecesario pero en
los aeropuertos se agradece.
-Planificad los días y las actividades. A mucha gente le
gusta la sensación de libertad y creen que todo lo que sea planificar es perder
el tiempo, pero lo cierto es que cuando se viaja en familia, una planificación
previa de días, itinerarios y actividades supone un mejor aprovechamiento del
tiempo, de los recursos y normalmente también un mayor ahorro de dinero.
Imaginad que por ejemplo viajáis a Nueva York con dos niños durante una semana.
Hay tanto por ver y por hacer que si no hay una planificación previa, el tiempo
se nos va de las manos y nos puede quedar la sensación de frustración por no
haberlo aprovechado. Ojo, eso no quiere decir que tengamos que ir sin respirar
de un lado a otro como marionetas. Pero pongamos que es un primero viaje a esta
ciudad, tendremos que decidir si ir o no a la estatua de la libertad, al Empire State, qué museo nos puede
interesar y elegir las prioridades para no rellenar los días con demasiada
actividad y controlar qué horarios pueden ser mejores para las visitas. También
hay eventos o atracciones como los musicales en los que si se compran las
entradas con antelación, el ahorro puede ser considerable.
-Aprovechad la experiencia para que los niños aprendan cosas
del lugar. Los niños, aunque cada uno al nivel de su edad, están muy receptivos
a aprender cosas nuevas. Los viajes son ocasiones estupendas para enseñarles
historia, arte y cultura de una forma amena y entretenida. También es un buen
momento para que prueben nuevos alimentos, texturas, olores y experimenten
climas distintos. En relación a los climas distintos, está bien ir preparados
pero a veces tendemos a ser muy extremos en lo que se refiere a los peques. Por
ejemplo si viajamos a un país donde hace mucho frío está bien llevar ropa
adecuada, prendas térmicas y buen calzado adaptado si hace falta, pero no ponerles
4 mangas porque nosotros seamos frioleros! Los niños toleran mucho mejor los
cambios de temperatura que nosotros.
-No tengáis prejuicios a la hora de disfrutar de un
rato/tarde/noche o día completo solo para el adulto. Si viajáis con otra
familia es más fácil pero incluso yendo solo la pareja con los niños, no es
ninguna tontería turnarse para que cada uno pueda disfrutar de una actividad
que le guste en la que los niños no tengan cabida o puedan acabar reventados.
Siguiendo con el ejemplo de Nueva York, por ejemplo igual a la mamá le apetece
un día de compras y puede aprovechar para coger un bus de los que lleva a los
grandes outlets de las afueras y comprar con tranquilidad sin arrastrar a toda
la familia. El papá podría aprovechar para llevar a los niños a una atracción
apta para los niños en recinto cerrado donde si hay más de un niño pueda
controlarlos en solitario sin problemas. Otro día si el padre tiene interés en
digamos ver un partido deportivo en directo, la madre se puede quedar con los
pequeños. Perdonadme por el tópico, aunque creo que casi a todas las mujeres
les tentaría un día sola de compras en NY. Pero lo mismo podría ser un día en un spa de lujo, un cambio de imagen,
un pase de modas o por qué no ir a ver un programa de TV en directo. También
hay muchos hoteles que ofrecen la posibilidad de contratar canguro por las
noches y así la pareja podría disfrutar de unas horas en pareja para asistir a
algún evento o simplemente cenar y pasear tranquilamente sin niños. Hay quien
tiene reparo ante esta idea, pero la verdad es que no hay mucha diferencia
entre dejarles con la niñera desconocida en un hotel extranjero a dejarles en
la guardería el primer día. Se trataría solo de unas horas que bien merecidas
las tienen los papis!
-Contratad un seguro de salud para el viaje, teniendo en
cuenta que hablamos de fuera de la CE. Los niños, a veces, se enferman en los
viajes. Los adultos también podemos enfermarnos, solo que en nuestro caso
‘tiramos’ como si nada y si se trata de nuestro hijo y está con fiebre se nos cae el mundo encima. Así que el
seguro nos ayudará a no tener que desembolsar una cantidad de dinero imprevista
y además disponer de un teléfono donde nos dirán qué hacer enseguida. Si esto ocurre, que nuestro peque se ponga
malo no tiene que suponer que el viaje se fastidie, o al menos no del todo. Hay
grados de enfermedad. Que un peque tenga mocos o esté resfriado, no debería ser
motivo para dejar de disfrutar el viaje. Si el niño está realmente enfermo y no
puede salir, vuelvo al punto anterior. No tiene sentido que dos adultos y
además si hay más niños, se queden todos sin disfrutar del viaje. Haced turnos
para cuidarle! Incluso si reclama solo a mamá!
-Antes de viajar no está demás comprar guías o mirar
información por internet sobre planes de ese destino en concreto para hacer con
niños o modificar el destino inicial a uno similar que se adapte más a los
niños. En la actualidad hay tour operadores específicos para realizar grandes
viajes que incluyen monitores y actividades especiales para realizar con niños.
Esta especialización conlleva un gasto extra superior a otro grupo normal, pero
si nos lo podemos permitir, será un dinero muy bien invertido.
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