El segundo día nos levantamos a la hora que nos apeteció y fuimos paseando con hambre canina en busca de un rico desayuno :) Encontramos un barecito para "no turistas" y desayunamos rico, abundante y barato (un café, un zumo y una tostada completa o churros 2.40 euros).En cuanto localice los datos y la foto de la cafetería os la dejo, súper recomendable, me encantó la calidad, el servicio y el precio; en el pueblo un desayuno de esos nos salen po 6-7 euros fácilmente asi que nos quedamos impresionados por la calidad/precio de Madrid en el tema hostelería.
Nos dirigimos al Rastro y disfrutamos paseando tranquilamente, puedo destacar una serie de hechos que me llamaron la atención del Rastro:
-La cantidad de gente, madre mía, no me acostumbro a tanta gente, se nota que nunca he ido a un concierto multitudinario ni nada por el estilo jajajaja
-La desconfianza de la gente, parece ser que hay muchos robos y la gente va con miedo en los ojos, se agarran a los bolsos como si llevaran bebés en brazos, el rictus serio y a la defensiva, los más relajados eran los turistas y mi cari wenorro que iba con su súper cámara como Pedro por su casa.
-Lo barato de algunos puestos para ser Madrid, siempre te imaginas que Madrid es más cara, pero seguramente lo sea en el tema vivienda y otras cosas, pero a nivel compras, hotelería, la encontramos más barata que el pueblo ¡alucinante!
-Nos encantó curiosear en los puestos de antugüedades, cámaras,maletas antiguas, muebles y especialmente vajillas que me encantan :)
-Encontramos algunos puestos curiosos con copias de ilustradoras que conociamos personalmente y lo flipamos un poco, el mundo es un pañuelo...
-Comprar algo para comer mientras paseas por el rastro mola mucho; ésto llama la atención de los demás cuando te pones perdida de chocolate jajaja
-El peque que paseaba en el carro y lo flipaba con tanta gente se hinchó de tocar culos, si si, que me ha salido el niño muy aficionado a meter mano a las muchachas.
Cuando nos cansamos de pasear nos fuimos a la Plaza Mayor y en la calle justo al salir de la Plaza Mayor donde se suceden tiendas de regaliz gigantes y cafeterías con carteles gigantes de bocatas de calamares paramos a descansar y comer; probamos unas croquetas deliciosas, patatas fritas y varias raciones; seguimos paseando para asentar la comilona y nos fuimos al apartamento para ducharnos, arreglarnos e ir a disfrutar de nuestra reserva en uno de los restaurantes más míticos de Madrid " Casa Lucio" , del que os hablaré el próximo martes porque da para un post y merece la pena ;)
FOTOS
Nos dirigimos al Rastro y disfrutamos paseando tranquilamente, puedo destacar una serie de hechos que me llamaron la atención del Rastro:
-La cantidad de gente, madre mía, no me acostumbro a tanta gente, se nota que nunca he ido a un concierto multitudinario ni nada por el estilo jajajaja
-La desconfianza de la gente, parece ser que hay muchos robos y la gente va con miedo en los ojos, se agarran a los bolsos como si llevaran bebés en brazos, el rictus serio y a la defensiva, los más relajados eran los turistas y mi cari wenorro que iba con su súper cámara como Pedro por su casa.
-Lo barato de algunos puestos para ser Madrid, siempre te imaginas que Madrid es más cara, pero seguramente lo sea en el tema vivienda y otras cosas, pero a nivel compras, hotelería, la encontramos más barata que el pueblo ¡alucinante!
-Nos encantó curiosear en los puestos de antugüedades, cámaras,maletas antiguas, muebles y especialmente vajillas que me encantan :)
-Encontramos algunos puestos curiosos con copias de ilustradoras que conociamos personalmente y lo flipamos un poco, el mundo es un pañuelo...
-Comprar algo para comer mientras paseas por el rastro mola mucho; ésto llama la atención de los demás cuando te pones perdida de chocolate jajaja
-El peque que paseaba en el carro y lo flipaba con tanta gente se hinchó de tocar culos, si si, que me ha salido el niño muy aficionado a meter mano a las muchachas.
Cuando nos cansamos de pasear nos fuimos a la Plaza Mayor y en la calle justo al salir de la Plaza Mayor donde se suceden tiendas de regaliz gigantes y cafeterías con carteles gigantes de bocatas de calamares paramos a descansar y comer; probamos unas croquetas deliciosas, patatas fritas y varias raciones; seguimos paseando para asentar la comilona y nos fuimos al apartamento para ducharnos, arreglarnos e ir a disfrutar de nuestra reserva en uno de los restaurantes más míticos de Madrid " Casa Lucio" , del que os hablaré el próximo martes porque da para un post y merece la pena ;)
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