Hoy al volver a casa me he cruzado con una mirada, la mirada de un hombre mayor, un hombre cansado, era la mirada más triste que he visto en los últimos meses, iba con cosas para vender, la verdad no presté mucha atención a lo que llevaba sólo me quedé atrapada en su mirada y buceé en ella y me entraron unas terribles ganas de llorar, podía sentir su tristeza en el fondo del alma, era un hombre mayor y enfermo, le costaba andar y en vez de estar en su casa rodeado de nietos al calor de una estufa estaba intentando vender algo por las calles del pueblo porque a su edad no hay trabajo, no hay oportunidad, no hay esperanza, porque no se valoran los años ni la sabiduría, porque vivimos en un mundo donde somos carne de consumo, trabajamos para pagar y cuando no podemos más nos desechan y ésto tiene que cambiar.
Uno de mis sueños es que el proyecto crezca y crezca y poder contar con muchas personas para compartir un sueño que cuide de todos, creo que las empresas tienen que cambiar al igual que las sociedades, no entiendo cómo la apatía nos vence y permitimos muchas cosas como que haya recortes para los enfermos crónicos, ninguno de nosotros estamos libres ¿cuándo necesita un ciudadano del colchón social? ¿Cuándo necesita una persona que la sociedad le cuide y le retribuya por sus años de trabajo y aportación? Cuando más necesitamos a la sociedad es cuando nos da la espalda, entonces ¿por qué querríamos aportar nuestro sudor y esfuerzo a la misma?
A veces me contengo porque los seres humanos tenemos tanto miedo unos de otros que es difícil acercarse pero le habría abrazado y habría besado sus ojos como hacía con mi abuelo para borrar todo rastro de tristeza.
Uno de mis sueños es que el proyecto crezca y crezca y poder contar con muchas personas para compartir un sueño que cuide de todos, creo que las empresas tienen que cambiar al igual que las sociedades, no entiendo cómo la apatía nos vence y permitimos muchas cosas como que haya recortes para los enfermos crónicos, ninguno de nosotros estamos libres ¿cuándo necesita un ciudadano del colchón social? ¿Cuándo necesita una persona que la sociedad le cuide y le retribuya por sus años de trabajo y aportación? Cuando más necesitamos a la sociedad es cuando nos da la espalda, entonces ¿por qué querríamos aportar nuestro sudor y esfuerzo a la misma?
A veces me contengo porque los seres humanos tenemos tanto miedo unos de otros que es difícil acercarse pero le habría abrazado y habría besado sus ojos como hacía con mi abuelo para borrar todo rastro de tristeza.
Siempre he pensado que fueron ellos los que lucharon por nuestros intereses, y ahora es una lastima que se sientan solos, incomprendidos y olvidados...
ResponderEliminarPues si Pilika, algunos tienes unas pensiones tan bajas que tienen que ponerse a trabajar para llegar a fin de mes, no me parece justo para nada, una sociedad debe cuidar y proteger a sus mayores !!!
ResponderEliminarHola, os acabo de descubrir y me habéis servido de inspiración!!!
ResponderEliminarPor eso os he nombrado en mi blog!! Espero que no os moleste!! Saludos!
Para nada Dos Sonrisas, muchísimas gracias y biendenid@, un abrazote enorme
ResponderEliminarEs una pena que después de una vida entera de trabajo y dedicación plena a nuestra sociedad, nuestros mayores, padres, abuelos, tíos, estén en muchos casos en una situación de precariedad. Esta situación debe cambiar, hay que cambiar la mentalidad, hay mucho trabajo por delante, pero entre todos lo podemos conseguir.
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