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A veces corremos y corremos, sin llegar a ninguna parte, cargamos con el estrés a todas partes, le gritamos a los niños "corre, corre, que tenemos prisa...", todo es urgente, todo es importante... ¿y estar con nuestros hijos?, ¿y dedicarles tiempo de calidad? ... ¿y jugar con ellos? ... Ser una mamá slow no es nada fácil en estos tiempos, lo reconozco, es complicado conciliar tantas cosas, diría que es prácticamente imposible, pero hay que priorizar , hacer malabarismos y practicar de manera consciente una maternidad slow . No hay nada más importante que transmitir amor a un hijo, absolutamente nada más importante.  Ellos van a crecer, dejarán de querer estar pegados en plan chicle, dejarán de querer dormir contigo y volarán.  Este es el momento de disfrutarlos, de parar un momento y mirarles a los ojos, dedicarles tiempo, no hay mayor prueba de amor para un hijo que pasar tiempo con sus padres.  Pero aparca el móvil cuando estés con ellos, nada de móviles ni

Me parece un proyecto precioso, lleno de ternura y humor; una manera maravillosa de compartir nuestras vivencias con nuestros peques cuando sean un poco más grandes, estoy segura de que nos vamos a morir de la risa y nos va a doler la tripa a ambos :)  Más de 120 ilustraciones para partirte de risa en éste libro. La  ilustradora escocesa Lucy Scott dio a luz comenzó a hacer viñetas inspiradas en el primer año de maternidad"Quería dibujar los momentos duros, la cosas que nadie te cuenta.. . "La verdad es que fue maravilloso, un año mágico, cualquiera que haya sido padre no necesita ver mis dibujos sobre el amor tan loco que se siente". Su trabajo es un reflejo honesto  y divertido"Fue una catarsis reírse de lo que en cada momento era un reto", afirma la ilustradora. 120 de estos dibujos forman parte del libro Doodle Diary of a New Mom  ( Diario de garabatos de una madre primeriza ) . ¿Preparadas para reír?  Ese momento mágico en el que le q

Me encantan los libros, me encanta la literatura en general pero la infantil en particular, vamos, que podría perderme por años en una biblioteca y seguramente pasaría una parte importante en la sección infantil disfrutando como una niña de las ilustraciones, de los cuentos, las adivinanzas, los poemas... Mucha gente gasta considerables cantidades de dinero en ropa y no lo critico, para nada ¿quién soy yo para decidir dónde gasta cada uno su dinero? ¡faltaría más! Yo también gasto considerables cantidades de dinero en libros, cada uno tiene sus vicios y aficiones. Adoro los libros, la biblioteca sigue creciendo, con la excusa de los peques sigo comprando cuentos en secreto para mi también, algunos ya tienen sus rasguños del bebé león, otros manchas de ketchup de la peque mariposa y otros viven protegidos en las alturas porque todavía me resisto a compartirlos, primero tengo que alimentarme de ellos, digerirlos, aprenderlos de memoria para contárselos con confianza... des

Artículo escrito por mu amiga  Yoanella Blanco, madre, amiga, emprendedora, soñadora y escritora entre otras muchas cosas, principal promotora de YB Solutions . Os recomiendo visitarla en su web y página de Facebook . ¡Muchas gracias Yoanella por colaborar en la sección del martes "Mariposas Viajan" ! Sus consejos valen oro :) Viajar a destinos de larga distancia con niños En España no tenemos como costumbre viajar a destinos lejanos o exóticos con niños pequeños.   La mayoría de la gente simplemente no se lo plantea porque considera que no será cómodo, que el viaje “no se aprovecha” y que el tiempo no cunde. Y ciertamente viajar con niños pequeños, al igual que viajar con personas mayores, requiere una mayor planificación y no entran ciertas actividades en los esquemas típicos que podamos tener en mente. Sin embargo, en el caso de las familias viajeras, que haya niños pequeños, no debe ser una razón para dejar de viajar durante unos años, sino que d

Este es un relato de Fátima Mernissi , mujer que admiro profundamente, una pensadora, escritora y feminista marroquí que tiene reflexiones tan brillantes como ésta:  “Mientras intentaba encontrar, sin éxito, una falda de algodón en unos grandes almacenes en Estados Unidos, oí por primera vez que mis caderas no iban a caber en la talla 38. A continuación viví la desagradable experiencia de comprobar cómo el estereotipo de belleza vigente en el mundo occidental puede herir psicológicamente y humillar a una mujer. Tanto, incluso, como la actitud de la policía pagada por el Estado para imponer el uso del velo, en países con regímenes extremistas como Irán, Afganistán o Arabia Saudí. La elegante señorita del establecimiento me miró de arriba abajo desde detrás del mostrador y, sin hacer el menor movimiento, sentenció que no tenía faldas de mi talla: ¡Es usted demasiado grande! – dijo. - ¿Comparada con qué? – repliqué. - Pues con la talla 38. Lo normal es una 36 o una 38. Las